Diciembre de 1999

 

   Nadie los ha superado. Ni en irreverencia, ni en creatividad, ni mucho menos en rating. "Saturday Night Live" es el programa cómico líder de los EE.UU. Hoy, 25 años después de su debut, todo el mundo puede enterarse de qué se trata este mito viviente de la TV gringa y quiénes son sus mártires.  

Cuenta la leyenda que allá por 1975, el exitoso productor Lorne Michaels recibió una oferta de la cadena NBC. La idea era crear un espacio humorístico que tomara retazos de la actualidad y se burlara de cápitán a paje. Michaels tomó la oferta, pero le agregó una condición: tenía que ser en vivo. Los ejecutivos aceptaron y el 11 de octubre de ese año hizo su estreno el programa. El formato era muy simple: un elenco estable actuaba en los sketches e invitaban a una celebridad para que hiciera de anfitrión e interviniera en algunas parodias. El cuadro se completaba con algún músico de moda que interpretara el más reciente hit. El primer elenco del show contó, entre muchos otros, con jovencitos como Chevy Chase, John Belushi o Bill Murray. Gracias al extraordinario talento y afiatamiento de esa tropa, el programa se ganó muy rápido la aprobación de la gente. Del mismo modo, desde ahí comenzó a incubarse el mito relativo a la "Escuela de la Comedia" que se volvió "Saturday..." Quien se creyera chistoso, tenía que probarlo en ese set de televisión.

   La rotativa de integrantes no le hizo perder un centímetro de identidad al show, ya que ésta estaba dada por otros factores como la búsqueda de nuevas variantes en el campo de la comedia (personajes o situaciones) y por cierta agresividad estilística (es mucho más divertido reirse de alguien que con alguien), la cual servía de terapia para algunos miembros del cast a los que se les hizo difícil separar ficción de realidad. El arrollador éxito de "Saturday..." y el exigente ritmo de trabajo imperante colaboró sin proponérselo en un par de tragedias. En 1982, víctima de una sobredosis, murió John Belushi. El robusto comediante, conocido por su rol en "Los Hermanos Caradura" ("Blues Brothers") y estrella máxima del show, puso de manifiesto la intensa presencia de las drogas en el mundo de la risa. Un par de años más tarde, también dejaba de existir el extrañísimo Andy Kaufman. Si bien la causa de su muerte fue un voraz cáncer, la actitud del colaborador de "Saturday..." encontraba puntos en común con la de Belushi. Se trataba de tipos con serios complejos de personalidad, que no gustaban de actuar como sí mismos y por ello se refugiaban en la galería de delirantes personajes que ellos mismos crearon. En el caso de Belushi, había una llamativa beligerancia hacia las mujeres a quienes él no consideraba en absoluto graciosas (ninguna inclinación sexual de por medio); mientras tanto, Kaufman era un gigantón de casi dos metros que hacía rutinas en que leía libros clásicos enteros, o invitaba a toda su audiencia a comer leche y galletas, o terminaba con el cuello roto en una parodia de la lucha libre en que acababa por hastiar a un verdadero luchador con insólitas provocaciones. Más datos de este singular personaje los puedes encontrar en su biografía fílmica realizada por Milos Forman, "Man on the Moon", en la que Jim Carrey encarna a Kaufman.

   Tras este duro revés, el estelar consiguió rearmarse y durante la década de los '80 mantuvo su característico sarcasmo atacando en esa ocasión a la era Reagan-Gorbachov a través de la participación de nuevos talentos como Eddie Murphy, Martin Short, Billy Cristal o Jon Lovitz. Habíamos hablado de la larga lista de invitados musicales con los que ha contado el programa. Algunos, sólo algunos de ellos son Alanis Morrissette, Beastie Boys, Beck, Lou Reed, Roy Orbison, Suzanne Vega, Paul Simon, Ray Charles, Madonna, Sting, Olivia Newton-John, Tom Petty, Sheryl Crow, Stevie Wonder, Frank Zappa, Public Enemy, Garbage, Smashing Pumpkins y un eterno etcétera.

   Durante la década que se va, "Saturday Night Live" no aflojó. Tras seguir lanzando comediantes al estrellato, surgió una generación de recambio que consiguió eclipsar a la anterior. Dentro de las nuevos chistosos apareció gente como David Spade, Chris Rock, Molly Shannon, Dennis Miller, Adam Sandler, Chris Farley y Phil Hartman. Estos dos últimos artistas revivieron los tristes momentos vividos años antes al morir prematuramente en circunstancias trágicas. El obeso Farley, protagonista de filmes como "Tommy Boy" y "Beverly Hills Ninja", era conocido por su afición por los palceres ilícitos. En enero de 1997, una mezcla de alcohol, barbitúricos y Valium se lo llevo de todo. Phil Hartman, en tanto, tal vez sea el cómico más brillante que pasó por el show. Fue el creador que más temporadas duró en el programa (ocho, desde 1986 a 1994), escribía varios de los guiones y solía robarse la película en sus intervenciones actorales. Sus guiños más recurrentes eran su imitación de Bill Clinton y su imparable capacidad de imitar acentos foráneos.

   Tras retirarse de "Saturday...", Hartman buscó un proyecto relacionado con la comedia, pero que le demandara menos tiempo. Así se convirtió en la estrella del sitcom "Newsradio", y en eso estaba cuando en julio del año pasado su esposa, celosa de su éxito y consumida por las drogas, le disparó dos balazos en el rostro y luego se suicidó. Fue el final más absurdo posible para uno de los tipos que quizás menos se lo merecía. En la última entrega de los Emmy, el obituario anual (infaltable bastión de toda ceremonia de premiación yanqui) cerró con una escena de "Saturday Night Live" en la que Farley se acurruca en el pecho de Hartman. El final anticipado volvía a repetirse y está se notó más nítidamente la responsabilidad del show en esas muertes: un estelar tan absorbente en tiempo y con un concepto ideológico tan intenso ("todo es criticable del modo que sea"), tarde o temprano acaba por obsesionar a sus miembros. Farley se hizo fármaco-dependiente para rendir al ritmo que el show le exigía y Hartman recibió el más cruel castigo de su mujer por abandonar a su familia y trasladar el sentido de su vida hasta un estudio de TV...

   Bueno, pero como el peor de los clichés, la vida sigue y "Saturday..." prefiere recordar los buenos tiempos al cumplir las bodas de plata. Ya cuenta con 472 episodios y por sus filas han pasado 74 comediantes. En su historia, el show ha sido nominado a 62 premios Emmy, de los cuales venció en 14 ocasiones. Finalmente, los ratings siendo siendo los más altos a la hora de emisión del programa. Pero más allá de todos estos datos, el tremendo legado que "Saturday Night Live" es ser el espacio en el que han confluído la abrumadora mayoría de los hitos de la cultura pop de estos 25 años. El inaudito beso con lengua entre Kurt Cobain y Chris Novoselic (aunque antes ya lo habían hecho ahí mismo Mick Jagger y Keith Richards), el primer baile de "Los Hermanos Caradura", la desnuda aparición de Pamela Anderson como anfitriona, el surgimiento de los 'pernos' Wayne y Garth (que más tarde harían una película), la caracterización de Marlon Brando hecha por John Belushi, el sketch de la fiesta-sorpresa de cumpleaños para Jesucristo, o Sinead O' Connor rompiendo en dos una foto del Papa son hitos que nacieron ahí. "Saturday Night Live", además de construir una identidad colectiva, es una necesidad social que no se le puede negar al pueblo porque le permite creer por una hora al menos que los intocables no existen. Ahora me queda más claro porque acá tenemos "Plan Z"...

 

Felipe Arratia

 

 

 

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